Movimiento Feminista Nicaraguense

Como parte de las acciones que han tomado las diversas organizaciones de mujeres con las reformas a la ley 779, se llevó a cabo un conversatorio con periodistas, comunicadoras y comunicadores sociales en el auditorio Pablo Antonio Cuadra, con quienes se promovió una reflexión acerca de los alcances y de los retrocesos que han tenido las mujeres en nuestro país en relación a la ley 779.

Luz Marina Torrez, del Movimiento Feminista de Nicaragua, estuvo a cargo de la inauguración de la actividad, Torres destacó la importancia de tener una alianza estratégica con las personas que trabajan en los medios de comunicación, ya que es a través de los medios que se trabaja la opinión pública para rechazar o aceptar ideas que promuevan el respeto a la vida y los derechos de las mujeres.

A la misma hora que se tenía previsto realizar la actividad, la Corte Suprema de Justicia convocó a un evento con magistrados y magistradas, esto según participantes del conversatorio se trato de un boicot para impedir que los y las periodistas tuvieran la oportunidad de reflexionar acerca de cómo debe ser el abordaje adecuado sobre la Ley 779 en los medios de comunicación.

En su intervención Juanita Jiménez del Movimiento Autónomo de Mujeres resaltó que “cuando las mujeres denuncian la violencia es porque han recorrido una larga historia de maltrato y de despojo de sus bienes”, esto se interpreta de forma negativa al reformar e interponer decretos sobre la ley, ya que las mujeres pierden respaldo para denunciar la violencia machista. Jiménez también hizo una comparación entre el texto original de la ley y lo reglamentado, lo cual reveló una serie de contradicciones que debilitan la ley y el derecho a la vida libre de violencia.

También se presentaron cuatro casos emblemáticos en los cuales las sentecias a los agresores han sido de culpabilidad por el delito de femicidio y en ninguno de los casos había relación de pareja entre el agresor y la víctima, lo cual desmiente lo expresado recientemente por magistrados, altos mandos de la Policía Nacional y el mismo presidente de la república, quienes parecen no conocer a profundidad el concepto de femicidio expresado en la ley 779.