Movimiento Feminista Nicaraguense

El Movimiento Feminista de Nicaragua estará llevando a cabo durante octubre y noviembre, un proceso reflexivo con hombres jóvenes cercanos a las organizaciones feministas que integran este colectivo.

Esta es la primera experiencia formativa que el MFN desarrolla con hombres, tomando en cuenta que es necesario que desde los hombres se asuma en la práctica cotidiana, la responsabilidad de promover relaciones basadas en  el respeto, libres de todo tipo de violencia machista.

Durante estos encuentros se pretende cuestionar las jerarquías de dominación basadas en el género proponiendo nuevos conceptos para cambiar las relaciones entre hombres y mujeres desde un enfoque de igualdad.

El primer módulo se realizó el 9 y 10 de octubre, desarrollándose una metodología que combina círculos de lectura, debates, ejercicios en grupos, películas así como la actividad lúdica, teniendo como premisa el aprender haciendo.

Los participantes tuvieron espacio para identificar estereotipos masculinos respondiéndose a la pregunta ¿por qué soy hombre? Interrogante que hizo desbordar una gran lista de ideas, actitudes y comportamientos sobre lo que se piensa de cómo debe ser o son los hombres.

Se expresó que se es hombre porque así se nace, por tener un pene, por la manera de pensar, por la manera en que son educados, por ser masculinos, porque se inculcó en el hogar, por tener privilegios, y también se reflexionó sobre el costo social que tienen que pagar los hombres que transgreden ese modelo tradicional y que demuestran que otras masculinidades son posibles.

También se orientó la pregunta ¿cómo son las mujeres? y de igual forma salieron a relucir una lista de estereotipos femeninos como: bonitas, bellas, agradables, realizan trabajo doméstico, buenas madres, regañonas. Reflexiones que dieron lugar a dialogar sobre las desigualdades de género impuestas por el sexo biológico, es decir, por ser hombre se puede gozar de muchos privilegios, caso contrario con el ser mujer.

Se analizaron las consecuencias de las identidades jerarquizadas, mediante situaciones en diferentes espacios de socialización como la calle, la escuela, la familia, el noviazgo, donde se reconocieron las desigualdades generadas por el machismo y sus mecanismos de opresión como la misoginia, las LGBTI fobias, la violencia contra las mujeres y la discriminación en todos los niveles.

Sin duda alguna, fue un espacio de debate donde los hombres de manera sincera conversaron sobre violencias vividas y ejercidas, se cuestionaron construcciones sociales sobre lo que se dicta de cómo deben ser los hombres y las mujeres, se reconocieron violencias machistas que muchas veces se tratan de invisibilizarse como son los micromachismos.

El próximo encuentro está previsto a realizarse el 6 y 7 de noviembre, para continuar reflexionando sobre la corresponsabilidad de los hombres en la prevención de la violencia contra las mujeres.