Hombres jóvenes asumen compromisos para frenar violencia machista |
Escrito por Movimiento Feminista de Nicaragua |
Martes, 11 de Noviembre de 2014 18:07 |
Identificar la violencia machista como expresión del poder de dominación y construir así nuevas nociones de poder basadas en valores de igualdad fue el propósito del segundo encuentro reflexivo entre hombres jóvenes cercanos a los colectivos del Movimiento Feminista de Nicaragua, quienes se reunieron el 6 y 7 de noviembre en el auditorio del Centro Antonio Valdivieso (CAV) en Managua. De manera inicial, se retomaron debates pendientes del primer encuentro realizado el 6 y 7 de octubre, tal como las evidencias, causas y los efectos de los micromachismos. Se conversó sobre lo que en el imaginario colectivo se piensa de “las ganancias” que tienen los hombres al reproducir ideas, comportamientos y prácticas machistas que se pretenden minimizar y escaparse así del filtro de la perspectiva de género, logrando reconocerse cómo en la realidad perjudican a todas las mujeres los denominados micromachismos. Los hombres también ubicaron desde sus experiencias propias, las violencias sufridas a lo largo de sus vidas, quiénes las han ejercido y de qué manera les ha afectado, esto para analizar manifestaciones de la masculinidad dominante y sin límites, mencionándose vivencias que han tenido gran peso en sus vidas como el alcoholismo de sus padres, maltrato infantil, padres que agredían a sus mamás, exigencias de asumir roles por ser hombre, padres presentes pero afectivamente ausentes. Otras situaciones auscultadas fueron las motivaciones para que entre hombres ocurra violencia, comentándose que lo que se busca es remarcar superioridad, generándose así una competencia entre quien es más hombre según los estigmas y estereotipos construidos en sociedades machistas, visualizándose que en la vida de niños y jóvenes éstas manifestaciones de violencia generan graves secuelas que pueden provocar una reproducción de esa violencia vivida o bien un rechazo para no ejercerla, de igual forma, al no darse la debida importancia a los problemas de infancia, podría recurrirse en cierta etapa a las drogas y alcohol para minimizarse los duelos, pudiéndose así registrar que también el machismo afecta a los hombres. Luego que se exploró la violencia desde el ámbito personal, vivida y ejercida, se dio paso a examinar la violencia que los hombres ejercen contra las mujeres en el ámbito privado y público, plática que se extendió con las impresiones que generó el documental “Ya no más”, producción de Fundación Luciérnaga que presenta testimonios de mujeres que han vivido violencia en sus vidas y la respuestas en materia de acceso a la justicia por parte de la autoridades competentes. Lo incorrecto de considerar a la violencia como un espectáculo, la naturalización de la violencia contra las mujeres desde los medios de comunicación y desde las instituciones, la torpeza de la Policía Nacional atendiendo denuncias de mujeres agredidas o abusadas sexualmente, el discurso machista en la música, fueron parte de las realidades que los hombres platicaron provocados por el audiovisual “Ya no más”, donde destacaron que “no basta molestarse, ni indignarse, sino que hay que ir más allá de la indignación” puesto que debe asumirse una corresponsabilidad para ponerle freno a la violencia machista donde las mujeres son las más afectadas. Examinando aún más sobre el por qué muchos hombres agreden a las mujeres, los jóvenes compartían que en la mayoría de los casos es “por demostrar poder sobre los cuerpos de las mujeres y que en otros casos, hay hombres que sienten orgullo y placer mostrarse ante otros y otras como un macho”. ¿Qué se gana? ¿Qué se pierde? Ante estas interrogantes los participantes expresaron que quienes ejercen violencia creen que ganan autoridad y hombría, en cambio al hacerlo pierden respeto y confianza por parte de las personas cercanas, se genera rechazo y por consiguiente, perdida de afecto de la pareja del agresor y de hijas e hijos en caso de haberlos. Al responder ¿Cómo aprenden los hombres a agredir a las mujeres? se obtuvieron puntos de vista diversos: “trastornos, celos, presión social, aprendizaje, haberla vivido, modelos de crianza, influencia de la TV, creencias, sistema patriarcal”, que a cómo notamos, unos justifican la violencia y otras posturas señalan que hay que poner atención en los mandatos sociales donde se impone un modelo de masculinidad hegemónica, el cual hay que romper y transformar. Se dio tiempo para analizar el marco jurídico vigente para sancionar la violencia contra las mujeres en Nicaragua, es decir la Ley 779, en el espacio de diálogo se repensó en cómo los discursos difamatorios que se han producido contra la Ley lo que buscan es evadir las responsabilidades de hombres agresores, femicidas y violadores y de esta forma encubrir las violencias machistas. Al finalizar este encuentro reflexivo los hombres asumieron compromisos para ser parte activa en las luchas que por siglos las mujeres han encabezado para poder vivir libres de todo tipo de violencias en lo privado y en lo público, tomando en cuenta que en la mayoría de las situaciones de violencia, los que la ejercen son hombres, y que a pesar que existan marcos jurídicos nacionales e internacionales, quienes aplican –y reforman- las leyes están sumergidos en el sistema machista y patriarcal, lo que sigue fomentando enormes desigualdades. |