Posicionamiento feminista ante el respaldo del Foro de Sao Paulo al gobierno represor de Nicaragua |
Escrito por Movimiento Feminista de Nicaragua |
Viernes, 02 de Agosto de 2019 15:45 |
Jueves, 1 de agosto de 2019 – El 28 de julio se emitió la Declaración Final del XXV Foro de São Paulo, en ella los partidos de izquierda, populares y progresistas que lo integran exigen “defender el papel de las mujeres latinoamericanas y caribeñas como constructoras fundamentales de los procesos de cambio emancipatorios, así como de resistencia activa a la contraofensiva neoliberal y a la pérdida de derechos conquistados. Apoyar las masivas movilizaciones feministas en curso en el continente.”
Siendo conscientes de la importancia de tal afirmación, queremos recordar a los partidos que forman parte del Foro de São Paulo que las mujeres y las organizaciones feministas hemos denunciado desde hace años los retrocesos que, en Nicaragua, el gobierno Ortega-Murillo ha generado en materia de los derechos de las mujeres y, concretamente, en materia de derechos sexuales y reproductivos; y cómo su alianza con los sectores religiosos conservadores dio lugar a que el feminismo nicaragüense haya mostrado su descontento con dicho gobierno desde el inicio de su gestión. Tal situación ha provocado que las feministas y sus organizaciones estén siendo uno de los principales objetivos del proceso represivo que se vive en Nicaragua desde abril de 2018, el cual hasta la fecha ha supuesto más de 300 personas asesinadas, más de 2,000 heridas y 80,000 obligadas al refugio y al exilio, entre otras violaciones de derechos humanos. El movimiento feminista y las defensoras de derechos humanos que lo integran enfrentan graves acciones en su contra, las cuales se han materializado en la persecución y acoso a sus lideresas a través de campañas de desprestigio e intimidación; criminalización, detenciones arbitrarias y deportaciones; así como vigilancia, violencia sexual, desapariciones forzadas, agresiones físicas y campañas de odio. Éstas se agudizaron cuando en noviembre de 2018 la vicepresidenta Murillo hizo declaraciones estigmatizantes en contra de mujeres y organizaciones feministas del país, las cuales han provocado que decenas de defensoras se encuentren en el exilio. Esta situación también ha dado lugar a la obstaculización del trabajo de las organizaciones a través del allanamiento ilegal de sus oficinas, su cierre y pérdida de personería jurídica, el robo y la destrucción de sus recursos y la clausura de sus cuentas bancarias e incluso a la prohibición de la marcha del 25 de noviembre. Igualmente, las acciones represivas se han dirigido en contra de otras mujeres que, sin formar parte del movimiento feminista, participaban en manifestaciones y otras acciones de protesta en contra de las actuaciones del gobierno; así como de las madres de las personas privadas de libertad, las cuales han desempeñado un rol esencial en la defensa de los derechos de los presos y presas políticas. Las mujeres que fruto de esta persecución fueron privadas de libertad han sido víctimas de distintas formas de de tortura y malos tratos, destacando entre ellas la violación sexual y otras formas de violencia sexual; mientras que las que han sido excarceladas (y sus familias) aún enfrentan graves hechos de hostigamiento. A pesar de lo expresado por el Foro en relación a los derechos de las mujeres y a pesar de de las denuncias y condenas por el feminismo latinoamericano y mundial, los líderes de los partidos de izquierda de Latinoamérica insisten en desoír la voz de las mujeres y continuar respaldando la actuación de un gobierno que con sus actos vulnera reiterada y sistemáticamente los principios que se supone inspiran a dicho Foro. También han desoído voces que históricamente han formado parte de las luchas por la dignidad humana y que han denunciado que el gobierno Ortega-Murillo ha llevado a Nicaragua a una situación marcada por la violencia policial y paramilitar, la paulatina eliminación de las fuerzas políticas de oposición, el autoritarismo, la corrupción y desmantelamiento de las instituciones públicas y de la independencia del sistema de justicia, la consolidación del neoliberalismo, así como la suspensión de derechos y libertades ciudadanas. Como feministas manifestamos nuestra más enérgica condena y rechazo a las intervenciones imperialistas y al auge de la derecha en nuestra región y, por este motivo, urgimos a todos los partidos y gobiernos que buscan responder a éstas a hacerlo desde la coherencia con sus propios principios y desde una postura que promueva el respeto de los derechos humanos y “la defensa de la paz, la democracia y las conquistas sociales alcanzadas”. Por ello, consideramos que el Foro de São Paulo debería plantear una posición coherente frente a la actuación del Estado de Nicaragua y no ser cómplice de las atrocidades cometidas por el gobierno Ortega-Murillo, dirigiendo de manera expresa contra éste su condena a “todas las formas de discriminación y violencia hacia la mujer”. “Sin el aporte de las mujeres será imposible avanzar hacia la verdadera independencia de nuestras naciones”. FIRMAN:
|