Movimiento Feminista Nicaraguense

Hoy es el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, fecha elegida por las redes feministas a escala global para recordar a los estados su obligación de atender las demandas que en materia de salud tienen las mujeres.

En Nicaragua, la salud de la población en general y en particular el de las mujeres, no ha sido una prioridad para el Estado, lo que se evidencia en el bajo porcentaje que se dedica del presupuesto general al sector salud.

Contrario a la retórica que ha manejado el régimen Ortega-Murillo, durante los 13 años que han permanecido en el gobierno y a pesar de contar con suficientes recursos de la cooperación, la salud sexual y reproductiva de las mujeres se ha deteriorado.

El incremento de embarazos en niñas y adolescentes producto de la violencia sexual que el Estado ha naturalizado; la violación al derecho de las mujeres a decidir cuántos hijos quieren tener; la violencia obstétrica que se ejerce contra las mujeres embarazadas; el ocultamiento de la mortalidad materna, una de cuyas causas es la penalización del aborto terapéutico; la mala atención en los establecimientos públicos de salud; forman parte de la larga lista de violaciones del derecho de las mujeres a la salud.

El régimen Ortega-Murillo mantuvo intacto el modelo de privatización de la salud a través de las clínicas previsionales, mientras los hospitales y centros públicos de salud se han ido deteriorando aceleradamente lo que afecta de manera particular a los sectores que viven en condiciones de pobreza.

Con la pandemia del COVID-19 no solo han colapsado los hospitales públicos, sino que han quedado al descubierto las enormes deficiencias del modelo de salud comunitaria que en la realidad ha funcionado como una red de activismo político del FSLN y para el control de la ciudadanía.

Denunciamos al régimen Ortega-Murillo por haberse negado a tomar las medidas necesarias para informar a la población y evitar la propagación del COVID19; impulsar una agresiva campaña de contagio haciendo uso de la manipulación; y ocultar información sobre el estado real del sistema público de salud ya colapsado en el inicio de la pandemia.

Llamamos a la sociedad nicaragüense a redoblar las acciones de prevención y ayuda mutua para hacerle frente a la pandemia del COVID19, agravada por la persistencia de la represión que el régimen Ortega-Murillo ejerce en contra de la ciudadanía.

La salud integral incluyendo la salud sexual y reproductiva es un derecho. No permitiremos que las mujeres sigan siendo tratadas como vientres reproductores y no como ciudadanas con derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

Movimiento Feminista de Nicaragua.

28 de mayo, 2020.